Chica Ayala

Rueda, una pieza de Chica Ayala para Cultura en Bicicleta

Texto. Dominique Legrand

Una rueda con aspecto de llanta. Parece banal, no abre muchas perspectivas. Es la primera impresión, ya que nuestra percepción del arte se fundamenta en la seducción, en el cumplimiento de ciertas reglas sociales y estéticas.

Pensamos en el arte povera, en lo conceptual y como se verá, no estamos totalmente equivocados pero hay otra cosa. Al hablar de su primer Ready made, Marcel Duchamp, padrino del arte conceptual, decía: «Resulta bastante difícil elegir un objeto que nos resulte completamente indiferente…debe alcanzarse una indiferencia tal que el objeto no suscite ninguna emoción artística. La elección de los Ready made siempre se basa en la indiferencia visual a la vez que en la total ausencia de buen o de mal gusto». Objetivo alcanzado por la artista, pensamos.¡Error total! Otra vez Duchamp: «pero al cabo de dos semanas, terminamos apreciándolo o detestándolo »… y más: «el gusto, por así decirlo, es puro hábito, la repetición de algo y aceptado. Si una cosa la volvemos a empezar una y otra vez, se convierte en gusto»

Es la paradoja: más se crítica el arte, más se crea arte. Last but not least, esta obra no es para nada un objeto ya confeccionado, un Ready made, es una escultura de resina, que evoca una llanta con sus rayados y sus matices de negro y gris, que nos lleva a interrogarnos sobre las definiciones del arte, proceso de producción u objeto de representación y adquiere a medida que la observamos, una forma cada vez más llamativa, como lo había dicho Duchamp.

A pesar de nuestra primera impresión mitigada, esta rueda llama la atención tanto del ojo como de la mente.