Obra de Gerardo Rivera Kura, una pieza hecha para Cultura en Bicicleta.
El título sorprende. Parecen estar bien tranquilos estos en su tándem, él un poco preocupado y ella dándole la espalda y al parecer comentando algo. Uno se imagina que van al aquelarre. Pero la contradicción forma parte del juego, estamos en su contexto, en el mundo de serpientes diablos y escaleras, en un universo laberíntico interactivo e inmersivo donde florecen los animales y en el que lo grotesco y lo serio cohabitan. Es el mundo de la fiesta medieval, del día de los locos o de nuestros contemporáneos alebrijes, cuyas formas y colores el artista retoma.
Esta obra me procura una sensación giratoria, obstinada y drolática, por sus tonos lóbregos y festivos a la vez, por la rueda -serpiente- y sobre todo por la sonrisa del animal que parece estar suspendida en la noche como la del gato de Cheshire en Alicia en el país de las maravillas.
La doble bici como escoba de bruja, ¿Quién se lo hubiera creído? No falta la alusión picante y picaresca con aquellos dos que circulan con su simple vestidura de nacimiento, él con los cuernos erguidos y ella chimuela
de sombrero azul.
Dan ganas de cantar con ellos la salsa del demonio.