«Cultura en bicicleta»

80 x 60 mts. (Óvalo) • Gesso, grafito, acrílico y resina acrílico.

Ana Fuentes

Nació en Chicago, Estados Unidos, es hija de padre mexicano y madre

lituana-alemana, a la edad de un año llegó a vivir a Coahuila, México, y su residencia ha transcurrido entre México y diversas ciudades de Estados Unidos. Descendiente directa de Moctezuma Xocoyotzin, en la línea de su hija Tecuichpo, y Pedro Gallego de Andrade su cuarto esposo; Ana María Fuentes Whitty es una de las 13º bisnietas, de la única hija legítima del gobernante de la Ciudad de Tenochtitlán. Su formación artística se debe a estudios y talleres en diversas universidades, instituciones y maestros. Estudió Arte y Literatura en la Universidad de Carolina del Este (Estados Unidos); también en la Escuela de arte del Art Institute of Chicago; en la Escuela de arte del Museo de Arte Laguna Gloria en Austin, Texas. Participo Mexicarte en el Museo de Arte Mexicano de Austin, Texas. Obtuvo la beca Fulbright con la que estudió literatura y arte en la East Carolina Universy.

De regreso a México comienza a exponer su obra pictórica en México y el extranjero, Jesús Drexel en Monterrey, El Seminario de Cultura Mexicana, Colegio de México. Representa a México en el Festival Europalia en Bélgica. Ha tomado talleres con Gilberto Aceves Navarro, Arturo Rivera, Phillip Wade, entre otros. Fue docente de la Casa de Cultura del INBA, y el ICOCULT, ambos en Torreón Coahuila. Ha expuesto su obra en México, Estados Unidos, España e Irlanda. Entre sus últimas exposiciones sobresalen las del Teatro Nacional de Bruselas en Bélgica y el National Museum of Mexican Art en Chicago.

En cada muestra ha proyectado algún momento específico de su vida, pero sus colecciones “Exquisito dolor”, “Asuntos de Familia”, “Iluminatas” y “Too Much Happiness”, guardan entre sus colores un común denominador: elementos como flores, hojas, luces, niebla, pero recurre nuevamente a sus rostros protagonizadas por «niñas índigo».

Su trabajo ha sido considerado por los críticos como una obra engañosa: inocente y dulce en su primera aproximación, no obstante al observar con cuidado, la simbología y posibilidades de meta-lectura trascienden la aparente placidez del personaje que generalmente es una niña miembro de la familia de la pintora.

El poeta Ernesto Lumbreras ha escrito sobre la obra de Ana Fuentes: “Desde los lienzos de Ana Fuentes somos vistos, interrogados y, a veces, humillados. Bajo una ilusión óptica las niñas de sus cuadros son realmente los espectadores que observan, sin concesión alguna, nuestras miserias y alegrías. Desde su aparente inmovilidad, como clavos al rojo blanco, sus ojos penetran en nuestros sentimientos más entrañables. Cuando la noche llega, ellas se marchan, nos dan la espalda, dejándonos en la realidad de un mundo tan vulgar y monótono que a todos se nos antoja acariciar el cuello de un murciélago”.

Actualmente vive y trabaja Puerto Vallarta, Jalisco. En estos días expone en Project Parlor NY, Nueva York, Estados Unidos.

Por: Dominique Legran

Reseña en forma de poema breve.

Texto: Dominique Legrand

Elegante pantorrilla
De la mujer radical chic

En los tiempos de Tiffany
En las vitrinas de los vendedores prerrafaelitas
Se veían estas máquinas, caballo del dandy
O Laufmaschine, máquina de correr, se llamaban.

Elegante pantorrilla
De la mujer radical chic