Beso: óleo sobre tela 80 x 120 cm. 2022.
Antonio "Gritón"
La trayectoria de Antonio Ortiz Herrera (Ciudad de México en 1953) —mejor conocido como Antonio Gritón—, abarca tanto la producción como el activismo artístico. Desde su obra, que incluye proyectos colectivos autogestivos, ha reflexionado en torno a temas de relevancia e interés comunitario, y también ha articulado acciones ciudadanas encaminadas a construir infraestructura artística y social más allá de la oficial.
“La abstracción desde principios del siglo XX y lo que va de este, ha jugado un papel impresionante en la pintura figurativa. La pintura figurativa actual no podría vivir sin lo que se ha hecho con la abstracción y viceversa, es un diálogo constante entre estas dos corrientes que al final nos dan lo que hoy es la pintura. Creo que es una reflexión que viene desde las cuevas de Altamira, que eran escuelas donde los hombres de la tribu llevaban a otros a enseñarles como era un bisonte, una gacela, era el pizarrón de la escuela, y todos tenemos esos colores de la caverna, los tonos rojizos, y luego la influencia de los pintores flamencos que plasmaron tras las imágenes de los santos, un paisaje que ya era la abstracción y eso es lo que ha quedado a lo largo de los años”, reflexiona este artista que comenzó a pintar en 1977 casi por casualidad, luego de encontrar en una librería la novela Helo aquí que viene saltando por las montañas del polaco Jerzy Andrzejewski que contaba la vida de un pintor llamado: Antonio Ortiz.
Entonces compró un libro del expresionismo abstracto de la pintura americana, que lo emocionó: estaban Jackson Pollock, Robert Rauschenberg y Willem de Kooning, entre otros. También comenzó a visitar el Museo de Arte Moderno en donde las obras de Fernando García Ponce lo impresionaron decididamente. “En estos días he pensado mucho en la obra de García Ponce”, precisa.
En sus inicios fue unos meses a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) en Xochimilco a la clase de Técnicas y Materiales de Luis Nishizawa. Primero incursionó en la figuración, en la época del neoexicanismo y aunque le resultó muy bien económicamente, lo abstracto lo atrajo de tal modo que en 2014 finalmente pudo plantearse una abstracción sin ninguna referencia a la figuración.
Tiene una producción en pintura e instalación muy extensa que ha expuesto en numerosas galerías y museos en México, Italia, España y Canadá, así como en el Pabellón O alterno a la 56 Bienal de Venecia. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores y se le otorgó el premio de pintura en la Bienal Nacional de Pintura de Yucatán. Escribió y planeó la serie de libros de Artes Visuales para educación secundaria de Editorial Umbral, de Guadalajara, con los que se formaron seis generaciones de estudiantes en algunas escuelas secundarias con un notable desarrollo emocional, creativo y de comprensión.