«The Great Escape»

21 x 28 cm • Digital Print • 2022

Barry Wolfryd

Nació en Los Ángeles, California, pero ha realizado la mayor parte de su carrera artística en México, donde ha vivido durante los últimos 40 años. Wolfryd comenzó sus estudios artísticos en 1972 en el Colegio Comunitario Housatonic en Bridgeport, Connecticut, EE. UU. A los 22 años se mudó a México, llegó a Cholula, Puebla y comenzó sus estudios en la Universidad de las Américas. En 1975 se matriculó en el Instituto Allende en San Miguel Allende, Guanajuato, México. En 1982, estudió en el Chicago Art Institute (estudiante independiente) y en 1984 en el Instituto Nacional de las Artes en San Luis Potosí, México. En 1985 se trasladó a la ciudad de México donde vive y tiene su taller.

Su trabajo abarca pintura, técnica mixta sobre papel, escultura en cerámica y vidrio, arte objeto y gráfica. Se centra en el uso de la iconografía y la imaginería popular como vehículo de crítica.

Desde 1985 ha realizado más de 40 exposiciones individuales y participado en más de 120 exposiciones colectivas en galerías y museos. Entre ellos: Museo de La Cancillería; Museo de La Ciudad de México; Palacio de Bellas Artes; Museo José Luis Cuevas; Museo de El Carmen; Museo Franz Mayer; Museo Antiguo Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México ; en la galerías: Galería Arte Latinou, Isabel Serrano Fine Art; Treager & Pinto Arte Contemporáneo; Salón dès Aztecas; Galería Evonamor Palix, y Galería Ethra, todas en Ciudad de México.

Museo de Arte Moderno, Ciudad Juárez, Chihuahua; Museo Casa Diego Rivera, Guanajuato, Guanajuato; Instituto Coahuilense de Cultura, Coahuila; Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), Monterrey; Museo de Arte de Querétaro (MAQRO), Querétaro; Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí (MAC), SLP; Museo Arocena, Torreón, Coahuila; Galería Nudo, San Miguel de Allende, Guanajuato.

En Estados Unidos: Museo de Bellas Artes, Dallas, Texas; Universidad de Colorado, Bolder, Colorado; Centro Thoreau, San Francisco, California; Conference Room Gallery, Los Ángeles, California; Galería de La Ciudad, Palm Desert, California; Climate Gallery, Long Island City, NY; Xaman Projects, Miami, Florida; Galería Read Stremmell, San Antonio, Texas; Galería de Arte Eco Logical, Los Ángeles, California; Galería M Modern, Palm Springs, California; Instituto de Gráfica Experimental, Lafayette College, Pennsylvania; Centro Hostos para las Artes y la Cultura, Bronx, NY, y Milagros Arte Contemporáneo, San Antonio, Texas.

En Europa: Museo de Arte en Vidrio de Alcorcón (MAVA), Madrid, España; Galería Castello de Mühlberg, Schloss Mühlberg, Alemania; Universidad de Leipzig, Leipzig, Alemania; Museo Tecnológico del Vidrio, Real Fábrica de Cristales de La Granja, Segovia, España; Museo de Arte Moderno Ugo Carà, Trieste, Italia; Foro Cultural de la Embajada de México, Berlín, Alemania; Institut Culturel du Mexique, Paris, Francia; Palazzo Lomellini, Carmagnola, Turín, Italia; Palazzo Costanzi, Sala Veruda, Trieste, Italia; Museo MIAA, Frederiksaerk, Dinamarca; Claire Kidd Art Project, Londres, UK; Galería Maeo, Segovia, España, y 1919 Gallery/William Simon Gallery, Berlín, Alemania.

En la zona de Centro y Sudamérica: Palais de Glace, Buenos Aires, Argentina; Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Argentina, Museo de la Ciudad, Quito, Ecuador, e Instituto Cultural de México, Guatemala, Guatemala.

Y en Asia: Instituto Cervantes de Tokio, Japón.

Por: Dominique Legran

Las obras de este artista radicado desde hace mucho tiempo en México se ambientan en los años 50 – 60 del siglo pasado, cuando empezaba apenas el reino de la publicidad en Estados Unidos. Imágenes pre pop, recortes de revistas
Glamour o popular, iconos del sueño americano formaron la base de sus primeras exposiciones, generalmente en gran formato.
Barry últimamente se inclina hacia la representación de un universo de fake news, donde siempre nacen nuevas narrativas destinadas a engañar a la gente. Hay mucha referencia al mundo del hampa, a las pandillas con su pasión por el tatuaje, símbolo del poder y afirmación de la violencia del que los lleva, y de sus cómplices. Los tatuajes, como la señal con la bici aquí, son a la vez iconos, signos y mensaje dirigidos al otro: amigo o enemigo.
Otras referencias permanentes son la prensa amarilla y el mundo de la infancia, bien presentes aquí en el gangster de celluloid. La narrativa de Barry es múltiple, generalmente él no desvela la suya, pero le encanta que el espectador se haga una “movie” a partir de los elementos que están a la vista. Por ejemplo: “Me acusan de haber robado la bici de noche en el bosque. Es cierto, pero nadie me vio” o “el ciclista sueña con un bistec en forma de T-bone pero en esta sociedad vegana es un steak de ramas” etcétera…
Para terminar, esta señal del ciclista puede avisar qué hay que disminuir la velocidad pues puede también provocar un accidente al irrumpir tan bruscamente en el paisaje.
De la perversidad de las imágenes y las señales, nos advierte esta composición con marco clásico y kitsch a la vez.