Por Pilar Jiménez Trejo
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, únase a ONU Mujeres y al mundo bajo el lema «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible» y reclame una acción por el clima por y para las mujeres.
Este día se busca reconocer nuestros logros alcanzamos en la lucha por la igualdad de genero, por visibilizar las luchas de las mujeres contra las desigualdades.
Algunas personas mandan mensajes, flores o chocolates deseando un feliz día a las mujeres, quizá no saben que los orígenes de esta celebración no son melosos, sino políticos, económicos, sociales y civiles.
Es un día en el que se habla de los derechos de las mujeres en todo el mundo, de las reformas conquistas que han logrado mejorar nuestra situación en la sociedad como el derecho estudiar, a poder votar, a salarios justos, a decidir libremente sobre nuestro cuerpo, nuestra sexualidad o la maternidad voluntaria… y en los últimos años, decisivamente, sobre el derecho a estar protegidas y no ser un número más en las estadísticas de la violencia física, mental y los feminicidios.
No es una efeméride en el sentido estricto de que un 8 de marzo haya sucedido algo especial, este día tiene muchos significados… parte de sus orígenes están en el movimiento socialista de las mujeres trabajadoras que empezó a manifestarse en Estados Unidos, a finales del siglo XIX exigiendo igualdad en los salarios con los hombres. Casi paralelamente en Europa también el movimiento de las mujeres trabajadoras se reveló por las condiciones difíciles en el trabajo y reclamaban derechos iguales en el trabajo, la discriminación y el derecho al voto.
En marzo de 1910 un centenar de mujeres representante de varios países se reunieron en Copenhague, Dinamarca, en una conferencia internacional que tuvo dos motivos principales: rendir homenaje a los diferentes movimientos que se levantaban a favor de los derechos de la mujer e impulsar la universalidad del voto femenino; desde entonces solicitaron el establecimiento de un día en conmemoración a las mujeres trabajadoras. En 1917, luego de que ya habían muerto millones soldados rusos en la Primera Guerra Mundial, las mujeres salieron a la calle para exigir pan y paz, y se declararon en huelga.
Más adelante se convirtió en una fecha muy importante sobre todo en los países del bloque socialista en donde incluso para algunos regímenes era un día feriado oficialmente. Pero la fecha también se asocia con un accidente sucedido en una fábrica textiles en Nueva York en el que más de un centenar de trabajadoras inmigrantes murieron tras un incendio, ellas hacían camisas para hombre, y cuenta que el fuego que subía por el aire era de color morado, como la sangre que corre por las venas de cada mujer al defender sus derechos.
A partir de esta tragedia comenzaron a discutirse cambios en las leyes laborales norteamericanas, que era en ese momento, el principal reclamo, y algunos grupos de mujeres quisieron encontrar el origen de ese día en Estados Unidos para desasociarlo del inicio que tuvo en los sindicatos de mujeres socialistas.
En la segunda mitad del siglo XX, la Organización de las Naciones unidas comenzó a promover la celebración del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, como el día de lucha por el reconocimiento de las mujeres en un mundo de hombres por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo, y desde 1975 cuando se realizó en México la conferencia de las Naciones Unidas, comenzó a celebrarlo, dos años después convocó a todos a los estados que la conforman a proclamar el 8 de marzo como el día para el derecho de las mujeres.
Las mujeres empezaron a votar por primera vez en el mundo en el siglo XX, en Australia en 1912 y Reino Unidos y en Arabia Saudita hace apenas unos años. El primer país de América Latina en aprobar el sufragio femenino fue Uruguay, las mujeres pudieron votar por primera vez en julio de 1927. En México fue el 3 de julio de 1955 cuando las mujeres pudieron ir a las urnas y hacer valer su voto.
Hace comenzó un proceso que más de un siglo después no ha terminado, pues algunos países todavía se les limitan a las niñas y mujeres derechos y libertades básicos. Las mujeres son jefas de Estado o de gobierno en 22 países, y únicamente el 24,9 por ciento de los parlamentarios nacionales son mujeres. Al ritmo de progreso actual, la igualdad de género entre jefas y jefes de gobierno tardará otros 130 años.
Así que este día, las mujeres seguimos manifestándonos por la igual y justicia para niñas y mujeres en todo el mundo por la paz y el desarrollo.… Por ser personas valoradas por nuestro talento, por ganar lo mismo que un hombre, por no morir de una paliza, por no ser mercancía vulnerable, ni seguir encasilladas en ser una buena madre, hija, esposa o trabajadora, sino por poder elegir sin etiquetas y con independencia.
Una referencia histórica literaria a la que acuden en la actualidad muchas feministas, es la primera mujer en el paraíso con Adán antes que Eva, la mítica Lilith quien –creada por Dios a partir del barro, como Adán, y no de su costilla– se niega a acostarse debajo de Adán. Si ambos fueron creados de la tierra, argumenta, no hay razón para que su destino sea estar abajo de él, y decide marcharse del Edén y ser libre.
En el Alfabeto de Ben Sira (escrito entre el siglo VIII y el XI), se narra cómo Lilith se resistió a yacer por debajo de Adán: «¿ Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y por tanto, soy tu igual», afirmó Lilith, que, al ser forzada por Adán a obedecerle, pronunció el nombre de Dios en vano y decidió abandonar el Edén con dirección al Mar Rojo.
!Y Lilith dejo el paraíso, pues no quería estar debajo de Adán!
Jorge Luis Borges en su Libro de los seres imaginarios describe a Lilith de la siguiente manera:
“Era una serpiente; fue la primera esposa de Adán y le dio glittering sons and radiant daughters (hijos resplandecientes e hijas radiantes). Dios creó a Eva, después; Lilith para vengarse de la mujer humana de Adán, la instó a probar del fruto prohibido y a concebir a Caín, hermano y asesino de Abel”.
Los sumerios la representaban a Lilith como una especie de mujer pájaro con patas y garras de lechuza parada sobre un par de chacales y a sus lados con dos lechuzas, sus pájaros sagrados, la escultura que data del 2000 a.C.
Judith Plaskow escritora y activista estadounidense conocida por ser la primera teóloga judía feminista, en su libro The Coming of Lilith. Essays on Feminism, Judaism and Sexual Ethics, al revisar los documentos en los aparece Lilith desde el poema Gilgamesh, el antiguo texto poético mesopotámico, también en otros documentos griegos; así como en el Torá, libro sagrado de los judios; y la Biblia
Trabajó con un grupo de teólogas judías para interpretar que Lilith y Adán son iguales en todos los aspectos y explica la ruptura de la primera pareja en el carácter autoritario de Adán, quien se negó a reconocer la igualdad entre uno y otro. “Tráeme mis higos ahora mismo”, le ordena, al tiempo que pretende relegarla a las “tareas cotidianas del jardín del Edén”[5]. Lilith, por no estar dispuesta a asumir ese pasivo rol, pronuncia el nombre sagrado de Dios y abandona el Edén. De inmediato, Dios crea a la servicial Eva de la costilla de Adán. Un día la segunda mujer de Adán se encuentra a Lilith en los límites del jardín y descubre que no es el demonio responsable de la muerte de los recién nacidos –como le había dicho Adán–, sino una criatura igual a ella. Las dos mujeres se reúnen para conversar: cada una cuenta su historia, ríen, lloran, y poco a poco se crea entre ellas una relación de sororidad. Mientras tanto, Dios y Adán temen el día en que Lilith y Eva regresen al Edén para reconstruirlo en sus propios términos.
La teóloga y sus colegas, como tantas otras, solían reunirse en grupos de conciencia para hablar acerca de lo que implica ser mujer. La desigualdad de género iba revelándose por medio de las historias personales que compartían –y que abarcaban temas como la familia, la sexualidad, el trabajo, el mundo del arte y la religión. De ahí que en esta versión del mito, Lilith y Eva se sienten a conversar durante horas. Si la narración insiste en ello es porque esta organización de las bases fue crucial para el movimiento feminista: el reconocimiento que se da mediante el diálogo es la base de la sororidad y de la alianza que las llevará a reconstruir su sociedad.
Hoy la ONU pide:
Potenciar la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres es uno de los mayores desafíos mundiales del siglo XXI.
Cada vez es más evidente que las mujeres son más vulnerables al impacto del cambio climático que los hombres, ya que constituyen la mayoría de la población pobre del mundo y son más dependientes de los recursos naturales afectados por esta amenaza medioambiental.
Al mismo tiempo, las mujeres y las niñas son líderes eficaces y poderosas que impulsan el cambio para lograr la mitigación y la adaptación climáticas. Se implican en iniciativas sostenibles en todo el mundo y su participación y liderazgo generan una acción por el clima más eficaz.
Para lograr el desarrollo sostenible y una mayor igualdad de género es esencial seguir explorando las oportunidades, así como las limitaciones, para permitir que las mujeres y las niñas tengan voz y participen en igualdad en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. Sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible e igualitario seguirá estando fuera de nuestro alcance.
Por ello, la celebración del Día Internacional de la Mujer de las Naciones Unidas es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.