La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rendirán un homenaje por su importante trayectoria artística a la fotógrafa mexicana Lourdes Grobet con la presentación de su libro Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena. Medio siglo de historia, que muestra su arte fotográfico y con textos de Luz Emilia Aguilar Zinser.
Este reconocimiento se llevará a cabo el próximo sábado 9 de julio a las 12:00 horas en el vestíbulo de la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos, con acceso abierto al público, siguiendo los protocolos para el cuidado de la salud.
El homenaje será presidido por la secretaría de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero; la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López; la investigadora Luz Emilia Aguilar Zinser, así como la directora teatral Delia Rendón, quienes acompañarán a la maestra Lourdes Grobet.
Como parte de este homenaje será inaugurada la exposición “Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena. Medio siglo de historia” -homónima al libro- la cual se podrá visitar frente de la Casa Miguel Alemán, también en el Complejo Cultural Los Pinos.
Asimismo se presentará un fragmento de la obra Los Perros, de la escritora Elena Garro, a cargo del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, originario de los estados de Tabasco y Yucatán.
La edición de Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena. Medio siglo de historia, libro de 321 páginas (Editorial RM), es una colaboración entre el Inbal con la fotógrafa Lourdes Grobet, así como de la Casa Nuestra, instancia cultural del Senado de la República, la Fundación de Desarrollo Social y Cultural de El Heraldo Media Group, la Fundación del Instituto de Bellas Artes, la Secretaría de Cultura de Tlaxcala, la Fundación BBVA y La Jornada.
Desde el punto de vista de la fotógrafa Lourdes Grobet, el objetivo de la obra es difundir y documentar el legado cultural del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, producto de más de cuatro décadas de labor.
“La propuesta de este libro se ha cocinado a fuego lento durante casi ocho años. Mi acervo fotográfico del LTCI consta de más de 25 mil negativos, por lo que la selección de imágenes no ha sido fácil; se eligieron las más significativas y representativas”, agrega la autora.
“Deseamos que las fotografías junto con la investigación de Luz Emilia Aguilar Zinser y la colaboración de Rodolfo Stavenhagen transmitan en palabras e imágenes esta historia viva. Es un homenaje a María Alicia, al Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, a todos los actores, mujeres y hombres que han colaborado durante más de 40 años y que continúan proyectando los valores y experiencias de su propuesta teatral”.
En el texto introductorio, la secretaria Alejandra Frausto Guerrero señala que parte del valioso material del Teatro Campesino llega en el presente compendio, acompañado de brillantes y emotivos textos que ayudan a documentar la labor que este programa ha desarrollado a lo largo de su historia. “Muestra clara de que el arte puede surgir en cualquier espacio si se cuenta con el talento, la imaginación y la creatividad; de que se puede representar a García Lorca y a Shakespeare en Oxolotán, Tabasco, a la par de historias inspiradas en la Biblia, clásicos del mundo maya o episodios como la Guerra de Castas”.
Refiere que la artista relata con sus fotografías la historia de un teatro autogestivo, un teatro emparentado con la fiesta, con toda la potencia de la naturaleza y con la fuerza de las múltiples culturas que nos habitan. Es la crónica de una tradición que ha sobrevivido a todas las circunstancias, al ir y venir de los apoyos oficiales, y que sigue aquí, con nosotros y para nosotros. Ver sus fotografías es sentarse en las gradas de madera, los escalones de piedra y las ramas de los árboles a observar el delante y detrás del “telón” del Teatro Campesino.
Por su parte, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, afirma que este libro es la memoria visual y el testimonio de varias décadas de creación colectiva, protagonizadas por el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, experiencia generadora de prácticas escénicas donde germinaron teatralidades nacidas de las entrañas de la tierra.
El LTCI impulsó un teatro para la vida, para la reapropiación de las raíces y de la dignidad, a partir de un diálogo con el entorno y las muchas historias de los pueblos. Estamos ante la obra de una fotógrafa que, desde la vanguardia experimental, ha ensanchado el espectro de la fotografía en México, agrega la titular del Inbal.