En 1939, a los 17 años, la gran fotógrafa Ruth Orkin cruzó los Estados Unidos sola en bicicleta.
Recibió su primera cámara a los once años y a los 17 decidió ir de Los Ángeles a Nueva York, donde estaba la Feria Mundial, en bicicleta. Unas 40 fotos que tomó entonces se exponen ahora en la fundación Henri Cartier-Bresson en Paris.
Tenía solamente 25 dólares de viáticos, que se había ganado en un concurso de moda, dibujando motivos estilizados de bicicletas para un vestido.
Aunque tomó el tren de ciudad a ciudad, en las que andaba en bici, pedaleó 180 kilómetros de Filadelfia a Nueva York.
Ruth emprendió una aventura donde la liberación personal se aliaba con una revendication feminista: admiraba a Amelia Earheart, la primera pilota de aviación en cruzar el Atlántico. Durante todo el viaje, la prensa le hizo varias entrevistas y hasta se le ofreció una bicicleta nueva.La bici, apodada Hércules, fue el símbolo de su independencia, en la misma línea que las mujeres que, desde el siglo XIX, adoptaron este vehículo como una herramienta de autonomía y de apropiación del espacio público.
En 1986, la militante feminista Suzan B. Anthony afirmó que la bicicleta “hizo más para la emancipación de las mujeres que cualquier otra cosa en en mundo”.A Ruth le encantaba innovar con encuadres modernos, contrapicados, uso de diagonales, superposición de los motivos geométricos de las ruedas y los rayos en los paisajes. La fotógrafa siguió con su propósito bicicletero y feminista, y en 1951 realizó una serie con una amiga que andaba en bici por Nueva York, tomaba el autobús y era hostigada por varones en las calles .
Su foto más famosa, American girl in Italy, da cuenta de las múltiples miradas lascivas de hombres sobre una turista en Italia.Las fotos con su amiga fueron publicadas en 1952 en la revista Cosmopolitan en un artículo titulado “When you travel alone” que daba consejos para las mujeres que quisieran recorrer el mundo solas.