-
La tercera emisión del proyecto Artería se inauguró el martes 10 de octubre a las 19 horas, con el resultado final de los procesos creativos de más de 20 artistas, realizados a lo largo de casi tres semanas en la que los creadores trabajaron sus piezas en un espacio abierto al público que pudo presenciar no solo la consecuencia final sino el tiempo de creación, los materiales, la técnica y el estilo de cada artista.
- Artería 3 será la antesala para Artería 4 que en noviembre se enfocará en el grabado, con una intención sobre todo en recuperar el ambiente que prevaleció en el Taller de Gráfica Popular.
“Es el museo o la galería ideal, dice el artista y promotor cultural Antonio Gritón, la gente puede ver no solamente una obra de arte, sino también cómo se fue construyendo”.
Artería, concebida por Gritón y Lalo Barajas, otro titánico impulsor de la cultura comunitaria, se presentará durante una semana en el cobertizo de Arte Obrera, un centro cultural independiente que se ubica en la colonia Obrera, en el número 233 de la calle Isabel La Católica en el corazón de la Ciudad de México.
En esta tercera ocasión participan artistas de Argentina, Euskalerria, España y México como Mariana Parra, Ana Holmes, Arturo Sotomayor, Roberto Tostado, Gerardo Sánchez (Arte Acción), Claudia Arancio, Alejandra de Santiago, Leticia Parra, Emilia López, Darío Meléndez, Alejandro Pizarro, Yutsil Cruz, Moisés Falcón, Rubén Rosas, Iosu Zapata, Salvador Eduardo, Filogonio Naxin, Philippe Nevin, Luis Enríquez, Juan Hernández, Pablo Querea, el propio Antonio Gritón con algunos jóvenes emergentes que se sumaron al proyecto. Todas las obras están en venta.
En las anteriores emisiones Artería ha convocado a pintores y escultores consagrados a trabajar en este estudio abierto, como Alberto Castro Leñero, César Núñez Guerra, Néstor Quiñones, Magali Ávila, Mayra León, Octavio Moctezuma y René Freire, entre otros.
A un costado, en el 231, está la escuela abierta a todas las disciplinas artísticas, Arte Obrera, donde se imparten clases a niños y jóvenes de 5 a 16 años, es allí en dónde nació Artería con el propósito de acercar a niños, jóvenes, padres de familia, creadores y público en general, al proceso creativo del arte, cuenta Eduardo Barajas Velasco, director de este espacio cultural comunitario.
“Artería, en el diccionario debería definirse como: dícese del lugar donde se expende arte”, puntualiza Barajas y amplía “es un proyecto que deriva de nuestra experiencia de trabajar con niños y jóvenes y darnos cuenta de que lo que marca más su vida, más que el trabajo final, es el diálogo interno para expresar lo que se tiene dentro: y que es el arte; es el proceso creativo, el diálogo con los artistas, con los materiales y la obra, lo que logra penetrar en los niños y dejarlos expresarse libremente”.
“Artería” es un proyecto de Arte Obrera, enfocado específicamente a las artes visuales, que como todos nuestros proyectos ha logrado crear comunidad, acortar la distancia entre las artes visuales y la sociedad. Sacamos a los artistas de su soledad creadora para compartir al mismo tiempo con otros artistas el trabajo creativo y con los niños de Arte Obrera. Luego, hemos buscado abordar el mercado desde una perspectiva diferente, contamos con obra de muchísima calidad, y buscamos cerrar el círculo con quienes adquieran las piezas, que sepan que parte de ese dinero servirá para fortalecer becas a los niños, se distribuirá entre los creadores participantes de manera colectiva, apoyará las residencias artísticas y a los maestros y trabajadores de Arte Obrera”, dice Barajas creador del emblemático LUC, La Última Carcajada de la Cumbancha, que entre 1987 y 1992 fue el escenario de legendarias bandas de rock como Maldita Vecindad, Café Tacuba y Caifanes, entre otras.
Artería, que nace en colaboración con el artista social y promotor cultural Antonio Ortiz Herrera –más conocido como Gritón– busca exponer las necesidades que tiene la comunidad artística. “Uno siempre es feliz encerrado en su estudio y pintando, pero lo que me empuja a hacer proyectos colectivos o incluyentes es tratar de mejorar a la sociedad en general. Como un anarquista, hay que ser buena persona, y ser buena persona no quiere decir que te quedes callado o seas conformista, sino al contrario, buena persona es el que lucha por los derechos de los demás, por la inclusión. Hay cosas que te molestan y hay que decirlas, pero también hay que ver las oportunidades como fue La Zurda en los Pinos, una propuesta con la que logramos hacer historia de la gráfica en México”, apunta Gritón.
Artería 3 será la antesala para Artería 4 que se enfocará en el grabado, con una intención sobre todo en recuperar el ambiente que prevaleció en el Taller de Gráfica Popular, con la fuerte influencia de José Guadalupe Posadas en Pablo O´Higgins, Alfredo Zalce o José Chávez Morado.
“Artería 4 dedicada a las artes gráficas, la estamos coordinando Antonio Gritón, Octavio Moctezuma, Luisa Carreón, y se va a coordinar con el Taller Tamayo de Oaxaca y la Universidad de Xalapa, en Veracruz, para que este un foro de exposición de artistas siga creciendo”, específica Barajas.
“La venta no ha sido fácil, y requerimos de recursos, no estaría mal encontrar patrocinadores, pues Arte Obrera y Artería son una realidad por el beneficio social que hemos logrado, esperamos que empresas sensibles se interesen en replicar el modelo y apoyarnos” agrega.
Por su parte Luisa Carreón, bailarina y promotora cultura, advierte que en el mundo del arte: “Estamos pasando por una crisis sobre todo a nivel económico, ideas nunca nos han faltado, capacidades tampoco, y este tipo de proyectos generan una unión y experiencia distintas, lo que nos falta para cerrar el círculo es la venta, apoyar a los artista, el espacio y los alumnos. Tenemos mucho talento, ganas, ímpetu, sensibilidad colectiva para generar nuevas propuestas, pero nos falta el apoyo. Sumando ganamos todos”, define.
“Artería ha logrado resultados para la cultura comunitaria, la gente viene a observar el proceso creativo, y el proyecto ya tiene popularidad, ha llamado la atención, se ha publicado en los medios, la venta se ha comenzado a mover y esperamos que con la emisión de gráfica todo se logre catapultar”, añade Gritón.
“En noviembre los procesos creativos irán en torno a crear gráfica, tener aquí los tórculos, coordinar técnicos de impresión, será totalmente abierta, podrán venir todos los artistas a producir su grabados. Y para el año que entra ya tendremos una convocatoria abierta con un límite de 20 artistas por invitación y por convocatoria abierta por redes, quizá algunos entren en lista de espera, pero todos podrán adentrarse en esta jungla que es el arte” establece.
Este colectivo lo sabe: comprar arte, tener obra de autor original, es algo que cambia el entorno y que toda la vida se va a valorar.
La historia de Arte Obrera
Arte Obrera, conocida por los habitantes de la colonia obrera como ARO, se sostiene desde hace seis años y surge a partir de una herencia de solidaridad, de empatía y humanismo de la familia Sarabia y como respuesta a una clase trabajadora preocupada y ocupada en ofrecerles más herramientas a sus hijos para resolver la vida.
El edificio del 231 cuenta con tres pisos y 36 salones de diferentes tamaños donde se imparten cursos de música –en los que se puede elegir violín, bajo y guitarra o chelo y teoría musical–, además de ballet, hip hop, danza aérea, teatro, lectura y escritura creativa y, pintura; espacios adaptados acústicamente; diseñado por el arquitecto Enrique Sarabia, hijo de Josefa Lago Tigel, y por el capitán Sarabia, familia arraigada en la colonia Obrera a mediados del siglo pasado, que donó en comodato el inmueble a la comunidad de la colonia, donde habitan más de 30 mil personas. La empresa Hermes Music México, a través de Juan Perches, realizó una donación de instrumentos musicales con los que se han formado varios ensambles de niños y jóvenes, así como de mamás y papás de los alumnos.
“En Arte obrera trabajamos con las herramientas académicas de 16 maestros y Fernando Parra, directora académica, logran que los niños y jóvenes amen la música, el teatro, la danza, la música, y encuentren en el arte una manera sensible de resolver sus problemas, que desarrollen funciones prácticas para enfrentar la vida adulta, porque el arte ofrece muchas maneras de abordar una situación y construir una solución, la creatividad da una herramientas de autoestima, seguridad, valoración a los alumnos que establecen vínculos, sobre todo trabajamos con ellos la autoestima, la seguridad y la creatividad, un trabajo en equipo que da como resultado la articulación”, amplía Lalo Barajas, director de Arte Obrera.
“Saber que la sociedad y la vida puede ser mejor gracias a lo que provoca el arte en el ser humanos, nos hace ver el panorama con una mirada horizontal, en colectivo y no en lo individual; compartir, ayudarnos en el trabajo puede hacer más amable el mundo”, concluye el director de Arte Obrera.