En el Petit Palais de Paris se presentó el año pasado la exposición Fernand Khnopff. El maestro del enigma. Este pintor belga nacido en 1858 fue quizás el más secreto de sus contemporáneos, tanto por el contenido de sus obras como por su vida privada, retirado y famoso a la vez, llevando una vida burguesa y luchando contra el académismo. Sus amigos lo tachaban de egoísta, frio, solitario, británico en fin.. Admiraba a los prerafaelitas y se hizo amigo de Edward Burne-Jones. Sus pinturas son enigmáticas , muchas de ellas centradas en la figura de su hermana representada siete veces en « Memories( lawn-tennis ) »a partir de fotografías y que muchos ven en la famosa esfinge de « l’Art ou Des caresses »( El Arte o De las caricias) que tanto fascinó a Klimt y en criaturas andróginas, en medio de paisajes crípticos. Extraño Khnopff( demasiadas consonantes, decía uno de sus detractores), creador de su propia mitología. Khnopff enclaustrado, pero Khnopff enamorado quizás de su hermana y seguramente de sí mismo, vean “Le masque au rideau noir”(La mascara con la cortina negra )” en su buscador favorito.