Pilar Jiménez Trejo
La Mercantil de Diseño presenta la obra de María Paula Suárez, una artista Colombiana, radicada en la ciudad de Nueva York; maestra en Artes Visuales de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá), que se considera una artista multidisciplinaria que sabe que el arte es una poderosa herramienta capaz de aportar nuevas formas de autoconocimiento y reflexión: una especie de conversaciones silenciosas.
En esta muestra titulada Paisaje Continuo veremos 12 piezas de orquídeas, o fragmentos de estas, bordadas y lápices de color sobre papel a pequeña, mediana y gran escala como una suerte de recorridos mentales realizadas por Suárez, artista certificada como ilustradora por el School of Visual Arts de NYC, y cuenta con un diplomado de pedagogía alternativa de la Universidad de Harvard. Actualmente cursa una maestría en Negocios del Arte en el Instituto de Arte de Sotheby’s.
También se podrá ver su instalación A Escala, un ejercicio de memoria y exploración donde el color y la deriva guían el proceso con pequeños fragmentos de flores bordadas persiguiendo “capturar una maraña de recuerdos codificados, desarrollando las flores a medida que avanzan, hasta que hablaba en sus propios términos, en una especie de lenguaje que tiene para mí en formas bellas e inexplicable”, cuenta Suárez cuya obra ha sido expuesta en Bogotá, Miami, y Nueva York, en galerías como Ki Smith Gallery y Big Arts Sanibel, y que por primera vez podremos ver en México.
Esta artista, que explora la resiliencia como eje central de su investigación a través de técnicas como el bordado y la ilustración con lápices de color, cuenta con la representación nacional de su obra en la galería Otros 360 grados, en Bogotá y está encargada de las relaciones publicas de la galería See Me, basada en Nueva York.
La exposición estará abierta del 17 de marzo hasta el 26 del mismo mes, y la instalación podrá verse hasta el 8 de abril en La Mercantil de Diseño en Fernández Leal #107, Barrio de la Concepción, Coyoacán, que abre todos los días de 10 a 18 horas.
Paisaje Continuo
María Paula Suárez ha enfocado su investigación en la resiliencia, el autoconocimiento y el amor. En sus obras, aborda complejos bordados en capas y evocadoras imágenes de la naturaleza y el lenguaje sobre diferentes tipos de papel.
A través de su práctica, la artista extrae múltiples historias, sistemas y creencias para crear un lenguaje visual que desdibuja el límite entre la abstracción y la figuración.
Suárez se inspira en los procesos personales y las diferentes etapas de la vida, para contar historias sobre experiencias individuales y colectivas.
Paisaje continuo, es una muestra en la cual las series tituladas “Profundo” , “A Escala” y “Derivado” Suarez nos muestra el recorrido de conversaciones silenciosas de sus diferentes estados emocionales, donde deconstruye imágenes que previamente ha explorado en su trayectoria, para proponer nuevas narrativas y en palabras de la artista renacer de las experiencias.
“ Me gusta mucho lo conocido, me hace sentir segura… así mismo siento que a medida que hurgo mas profundo en aquello que resuena conmigo puedo proponer ideas diferentes y mostrar las diferentes imágenes de un mismo eje de investigación”.
Paisaje Continuo está compuesto por de 12 obras en papel a pequeña, mediana y gran escala los recorridos mentales de la artista intrínsecos en sus procesos de investigación. Con estas obras, el artista utiliza formas lineales para explorar paisajes naturales y psíquicos. Sus composiciones dinámicas y enérgicas se basan en las orquídeas colombianas, y bocetos de híbridos de estas.
Si bien estos trabajos en papel parecen en gran parte abstractos, están profundamente comprometidos con los encuentros y recuerdos de María Paula de diferentes escenarios domésticos donde constantemente veía arreglos florales, orquídeas y ramos de rosas.
El título de la serie Profundo, hace referencia al proceso físico y el tiempo implicado en la realización de cada obra.
“Traté de capturar esta maraña de recuerdos codificados, desarrollando las flores a medida que avanzaba, hasta que en un punto sentí que me hablaban en sus propios términos, en una especie de lenguaje que tiene algún sentido para mí en formas que no puedo explicar”, cuenta.
Derivado, explora como su lenguaje sobre cómo se siente vivir, qué es ver las cosas de muchas maneras a la vez, imperfectas y bellas“.
Obras que contienen mensajes que buscaban ser encontrados, cuyo poder deriva de la sutileza y la sugerencia.
“Para mí, la línea es infinitamente misteriosa; a veces se esfuerza y me incomoda, pero en otras partes se detiene, se rompe o se marchita, se vuelve frágil, y es difícil saber por qué… Este diálogo me recuerda a los humanos, las relaciones, la vida interior de una persona, y los ecosistemas que conformamos”.
Esta muestra expone la personalidad de las líneas y el bordado, una muestra que reúne el trayecto de la artista y el poder de capturar la esencia de sus pensamientos.
Declaración de búsqueda
Mi obra reflexiona sobre la resiliencia, la cual entiendo como la capacidad de poder reinventarnos y superar momentos traumáticos de nuestras vidas.
Siempre he creído que el arte se aplica a la vida cotidiana como una forma de generar modelos capaces de brindar nuevas formas de autoconocimiento y reflexión. Lo que muestro ahora es el desglose de mi investigación sobre la resiliencia, dividida en tres etapas: el dolor, el amor propio, y la sanación. El dolor, desde el punto de quiebre, la sanación como el proceso y el amor propio como el resultado.
Constantemente realizamos ese proceso en nuestro paso por el mundo, y considero que la naturaleza que nos rodea es un ejemplo de ello, yo le llamo resiliencia cíclica. Las imágenes que exploro responden a las infinitas posibilidades de entender esos ciclos, y de ahí que las plantas y el lenguaje sean un tema recurrente en mi obra.
Desde afuera, hacia adentro, y desde adentro hacia afuera. Sigo buscando, y sigo encontrando.