El pintor Héctor Massiel (Acapulco, Guerrero, 1973) presenta una serie de 21 obras recientes en las que mostrará la crueldad que dejó el Huracán Otis en ese paraíso devastado por la furia del viento.
Este artista ha dedicado en su obra mostrarnos la desolación del mundo, lo frágil del ser humano frente los designios de la naturaleza, la ciencia o el destino mismo. Desde hace más de dos décadas explora en su pintura sentimientos, emociones y expresiones de tristeza, soledad, miedo, angustia, dolor o locura…
Una parte de las obras que se presentarán en Fragmentados hacen referencia a lo fracturado que quedó Acapulco. La muestra se inaugurará este jueves 7 de diciembre a las 19 horas en la Galería Aguafuerte (Guanajuato 118, Roma Norte., Cuauhtémoc, 06700, CDMX). La entrada es libre y estará abierta hasta el 29 de diciembre de 2023.
Héctor Massiel decidió poner el título de Fragmentados a la exposición individual que inaugurará este 7 de diciembre a las 19 horas en la Galería Aguafuerte, el nombre viene luego del paso del Huracán Otis en su natal Acapulco, en donde parte de la obra que ya tenía lista se arruinó.
“Estaba trabajando en mi exposición explorando diversos sentimientos y emociones del ser humano, expresiones como la tristeza, la soledad, el miedo, la angustia, el dolor, la locura, pero también la fraternidad, el encuentro, la solidaridad y la esperanza. La exposición estaba completa cuando llegó el huracán, la mitad resultó dañada, en algún momento pensé cancelar la muestra, pero decidí dejar mi estudio con los techos parcialmente destruidos, así como las puertas y las ventanas, para dedicarme a terminar la exposición.
“Quedaba poco tiempo, entonces decidí fusionar mi experiencia de lo que me destruyó el huracán y de lo que se llevó, por tal motivo la segunda parte de la muestra es de arte-objeto, es decir, objetos que recogí en las calles, letreros que arrancó el huracán, láminas, tapaderas de tinaco, trozos de madera, entre otro objetos que intervine con pintura, para expresar a través de ellos sentimientos muy parecidos a los que ya tenía en parte de la obra lista”, cuenta Massiel desde un Acapulco aún complejo, con dificultades para acceder a la electricidad y el internet.
—¿Por qué Fragmentados?
—Fragmentados hace referencia a fracturado, roto, quebrado, partido, dividido, destruido. Así es como quedó Acapulco, así es como me siento, como se siente mi familia, mis amigos, mi compañera y toda la gente del lugar a la vasta con mirarla a los ojos para sentir su vacío, desconcierto, incredulidad, su sobresalto y conmoción.
Aquí vemos figuras alargadas, estilizadas, pero no todo el tiempo, también hay abultados cuerpos acompañados o solos en un mundo destruido y lóbrego; rostros que se diluyen como fantasmas, en un misterio donde se adivina apenas el gesto, y en ocasiones llega a la síntesis de la forma. También están los “accidentes” controlados en una mancha, los escurrimientos que expresan tristeza y libertad a la vez.
Con una paleta de colores en la que los verdes, los azules, los grises y los violetas se combinan con los tierras, logra llegar a la reflexión. Los colores neutros en proximidad con los fríos crean armonía y un contraste con temas en los que está la melancolía o la perturbación, el testimonio de las atrocidades y la crueldad como protesta contra ella.
Como Goya, Massiel retrata temas sociales en los que mezcla la crítica en escenarios de lobreguez. Abstraído en el expresionismo alemán logra enunciar las emociones con representación subjetiva, en la deformación de los cuerpos muestra una realidad distorsionada en la que hay miseria y dolor con un toque que nos recuerda la emblemática obra El grito de Edvard Munch inspirado en su propia vida atormentada, o al austriaco Egon Schielle, obsesionado por el retrato y la figura humana con una altísima tensión emotiva junto al tema de la soledad angustiosa. Un guiño con Giacometti que en sus esculturas de una consunción extrema está la soledad y el aislamiento del ser humano. Massiel con un trazo ya definido, firme y libre crea colisiones visuales: junto al azul traza el naranja, o junto al violeta esboza un amarillo, o junto al verde proyecta el rojo: impacto de emoción.
“Creo que todos tenemos en nuestra mente cosas que nos gustan e inconscientemente nos dejamos llevar por esas influencias, ya sea en algún tópico o en el cromatismo. Pero cuando las plasmamos se van diluyendo, transformando, surge algo nuestro, aflora un estilo, eso habla de la madurez del artista” advierte Héctor Massiel.
—¿Por qué te interesa en tu obra mostrar los sentimientos y la realidad más cruda?
—Porque en ellos encuentro la fuerza expresiva, el carácter, el movimiento, la espontaneidad, la gestualidad, busco la belleza hasta en lo grotesco. Creo que los artistas somos un medio para expresar la realidad por mas terrible que esta sea, hablamos del contexto en el cual nos desarrollamos, de las cosas que suceden a nuestro alrededor, por lo tanto siento la necesidad y la responsabilidad de plasmarlo, dejar una reflexión, un mensaje.
—¿Es tu obra de alguna manera una forma de denuncia ante las injusticias, o una forma de reflexión?
—Creo que ambas: denuncia y reflexión. El arte siempre tiene que dejar un mensaje profundo, a veces deja huella, y en algunas ocasiones puede ser una huella de transgresión.
Héctor Massiel nació en 1973 en el puerto de Acapulco, estudió pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas Campus Taxco, ahora (FAD) UNAM. Ha participado en casi de 200 exposiciones a nivel nacional e internacional, en galerías y museos de países como Estados Unidos, Cuba, España, Portugal, Brasil, Argentina, Perú y, por supuesto, en México.
Fragmentados, exposición individual con 21 obras recientes de Héctor Massiel se inaugura este jueves 7 de diciembre a las 19 horas en la Galería Aguafuerte (Guanajuato 118, Roma Norte., Cuauhtémoc, 06700, CDMX). Estará abierta al público hasta el 29 de diciembre y la entrada es libre.