Alguna vez la crítica de las artes que se hacía en diarios y revistas formó opinión pública. Era el tiempo del homo legere en el que primero los suplementos y luego el diarismo cultural propició el auge de asociaciones de periodistas y críticos de teatro cuya misión principal era organizar su fiesta anual de premiación a la que concurría la crema y la nata de aquella comunidad teatral en donde el teatro privado, más comúnmente llamado comercial, era más atendido por la prensa que el teatro del INBAL y de la UNAM.
El Covi y la universalización del internet terminaron con los lectores en favor de los internautas que viven la realidad a través de sus pantallas. Ahora es posible leer critica de las artes en las plataformas digitales y eso modificó la relación del público con la crítica porque ahora el lector del texto crítico puede hacer la crítica de la crítica. En ese sentido la aparición de Teatro Mexicano en la nube virtual hacia el 2009 propició un intercambio de opiniones y puntos de vista que le dieron color y calor a discusión pública del teatro. La iniciativa fue de Luis Enrique Gutierrez Ortiz Monasterio, LEGOM, aunque la operadora del sitio era Alejandra Serrano que ahora reabre Teatro Mexicano para difundir la iniciativa de otra mujer con luces en la cabeza y excelente pulso narrativo: Luz Emilia Aguilar Zinser que a partir del 2017 inició el registro crítico de la Muestra Nacional de Teatro que en este momento se da en la ciudad de la Paz.
Durante varias generaciones se ha repetido que el grueso de la gente de teatro lee poco teatro y menos teoría y ensayo, y eso resulta cierto en el caso de los registros publicados por la Muestra Crítica a lo largo de varios años porque ni los críticos hemos revisado el material recopilado para darnos una idea de los cambios que ha tenido el teatro en la última década. Acaso por ello, este año el trabajo del equipo de Luz Emilia y Alejandra está más visible y su formato periodístico de lo hace más atractivo no solo para la gente que está en la Muestra sino para la gente de teatro en general.
En otro tiempo la crítica fue simplemente la búsqueda de la verdad y la belleza. ¿Qué es hoy la crítica, quién la hace, quién la atiende, quién la propicia?
Algunos notables colegas siguen haciendo crítica periodística en diarios y revistas, pero ya son más leídos cuando su columna pasa a las redes que en su original de papel y tinta. Cada vez mas los grupos y solistas de las artes escénicas utilizan creativamente las plataformas digitales que son ya la cartelera principal de los grupos no institucionales. Sin duda la propaganda y publicidad del trabajo artístico se hará en las redes, aunque en su inmediatez no es un buen refugio para la crítica que se supone debe ser una opinión formal fundada y razonada en busca del análisis del objeto de estudio. Es decir, que tanto para escribirla como para leerla se requiere concentración y tiempo, y es lo que no tenemos en la cultura líquida.
Como sea, lean teatro mexicano.