Aproximadamente 3 mil personas son detenidas al año mientras trabajan como “mulas” que trafican drogas en la frontera de Estados Unidos con México.
La cinta “Límite”, de George Nicholas, narra la historia de Manuel, protagonizada por el actor Gustavo Cruz, un solitario adolescente de 16 años que reside en Tijuana, México. El largometraje, basado en hechos reales, refleja la cruda realidad que viven muchos jóvenes en la frontera de México con Estados Unidos.
Manuel, de padre ausente y su madre en Estados Unidos trabajando, se enamora de una chica y ve una oportunidad para cambiar su vida por completo, sin embargo, no percibe que ella está involucrada con el crimen organizado de la región.
«Ser extranjero y filmar esta película en locaciones en Tijuana presentó muchos desafíos, así como oportunidades. Era consciente de que estábamos operando en el contexto de una cultura diferente y eso requería un cuidado y una consideración adicionales» dijo en conferencia virtual el cineasta George Nicholas.
Basada en hecho reales, el director recuerda: «Leí por primera vez sobre la historia en 2017, cuando la familia recibió un acuerdo de un millón de dólares del gobierno de Estados Unidos. Fue también cuando se publicaron las imágenes de vigilancia del incidente, y se pudo ver lo que sucedió. Fue desconcertante, por decir lo menos. Ver esas imágenes me hizo pensar en cómo ese adolescente podría haber sido yo. Recuerdo todas las veces que apenas escapé del peligro cuando era niño y crecí en un país del llamado tercer mundo. Entonces, decidí hacer una película como una forma de abordar mis propios sentimientos sobre el tema y, con suerte, generar conciencia sobre lo que está sucediendo en la frontera», recuerda este cineasta originario de Bulgaria.
De acuerdo con los datos “El mercado de las mulas: riesgos y compensaciones de los traficantes de drogas transfronterizos”, aproximadamente tres mil personas son detenidas mientras trabajan como “mulas” que trafican drogas a través de los puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, cada año.
Son los jóvenes quienes se convierten en blancos fáciles para el crimen organizado y son reclutados para realizar tareas que les ponen en situaciones vulnerables ante agencias gubernamentales, convirtiéndose en víctimas de explotación.
Tal fue el caso de Cruz Velázquez Acevedo, quien en 2013 falleció trágicamente después de que dos agentes de la patrulla fronteriza de Estados Unidos le pidieran beber de una botella que él transportaba, en la cual declaró que transportaba simplemente jugo de manzana. Solamente bastaron cuatro sorbos para que el joven muriera a causa de una sobredosis, pues el envase en realidad contenía metanfetamina líquida.
«Filmamos durante 7 días más uno y la posproducción se completó en Bulgaria. Aunque nuestra película es pequeña, con una duración de 38 minutos, sus ambiciones son grandes. Esperamos resaltar el lado humano de las historias que pasan desapercibidas y rendir homenaje a las víctimas de las circunstancias que a menudo son descartadas como criminales que merecen su destino.», añadió George Nicholas.
¿Cómo fue filmar las escenas de la frontera y la inmigración? ¿Qué tan difíciles fueron?
Sabía que la entrevista en la frontera sería la más difícil de filmar. Además, es la escena más importante de la película. Por esa razón, decidí filmarla primero, aunque es la última escena de la película. Quería que nuestros niveles de energía y concentración fueran óptimos, porque si esa escena no funcionaba, toda la película no funciona. Y me alegro de que lo hayamos hecho, porque tener la escena más difícil detrás de nosotros hizo que el resto del rodaje fuera pan comido.
Muchas personas que ven la película me preguntan después: ¿cómo la aduana de EE. UU. te permitió filmar allí? Eso es un testimonio de nuestra increíble diseñadora de producción, Cyrum Aytana Ramírez, y su equipo. La ubicación es el Centro Cultural en Tijuana, pero no lo adivinarías al ver la película. Hicieron un gran trabajo. Los exteriores están en la frontera real, lo cual fue complicado, pero el interior lo diseñamos nosotros y estoy contento con el resultado. Esa ubicación también fue el único lugar que funcionó, y se necesitó mucha persuasión para conseguirlo. Pero sin él no habría filmado.
¿Qué vio en el actor Gustavo Cruz que lo llevó a elegirlo para interpretar a Manuel?
Gustavo es la joya de nuestra película. No habría filmado la película sin él. Pensé que encontrarlo llevaría meses o incluso años, pero la suya fue una de las primeras cinco audiciones que recibimos. Es el único actor mexicano en nuestra película que no es de Tijuana. Es de Monterrey, Nuevo León, a tres horas de vuelo desde Tijuana. Todo el crédito por encontrarlo es de nuestro director de casting, Isaac Brown, quien nos ayudó enormemente a encontrar a nuestro increíble elenco.
George Nicholas, director de la obra, es un cineasta búlgaro-americano nacido en Eslovaquia en 1987 y declaró que lo que le inspiró a retratar esta fuerte historia fue su propia experiencia al emigrar a los Estados Unidos. “Cuando yo llegué a los Estados Unidos viví esa experiencia de llegar como extranjero y se me quedó muy grabada en la mente, eso me inspiró a investigar más sobre este tipo de situaciones y en este caso, hablar más sobre la historia y el trágico desenlace de Cruz Velázquez Acevedo”, finalizó el director.