Un acercamiento a la inspiración de nuestros escritores
Zorba el griego de Nikos Kazntzakises un clásico que me sigue acompañando en mi vida.
Diría que Hemingway es un escritor para mi fundamental.
Leo mucho en la cama y también escribo mucho acostado
Mauricio Carrera (Ciudad de México, 1959) escritor, periodista cultural, guionista y profesor y locutor, cuenta con una obra vasta obra de cerca de 40 libros en los que abarca los géneros del cuento, el ensayo, la poesía, la novela y el periodismo. Ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos premios literarios importantes a nivel nacional: el Premio Nacional de Ensayo Literario Malcolm Lowry en 2011, por Un rayo en la oscuridad. Jack London en México; el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 2015, por La vida sin más; y el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí en 2016, por Infidelidades. Fue ganador del Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo” en 2020 por su libro El animal más hermoso del mundo. En 2021 publicó Tolvanera, su cuarto libro de poesía vinculado más con la novela y el cuento. Realizó la licenciatura en Periodismo y Comunicación Colectiva en la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM) y la maestría en Literatura Española en la Universidad de Washington, se inició en el periodismo en Radio UNAM, donde condujo los programas «Conversaciones» y «La extensión de la noticia». Por mucho tiempo ha sido locutor en Radio Educación.
Como buen escritor y lector, se encuentra rodeado de libros: su casa parece una biblioteca. La sala principal está repleta de estantes y libreros, incluso las obras sobrepasan la capacidad para ser guardadas y se encuentran apiladas en distintos puntos de la casa. Y así, entre libros, sentado, con las luces apagadas pero iluminado por el sol que penetra desde los tragaluces del techo, Mauricio Carrera habla de sus lecturas, autores y sus inspiraciones en esta entrevista.
-La primera pregunta es sobre su más reciente libro Las horas furtivas ¿cómo nació esa novela cuyo eje central es la infidelidad?
– Las horas furtivas surgió de una inquietud genuina en torno al tema de la infidelidad, por supuesto, es un tema que puede verse en dos vertientes de algo bueno o algo malo. Es algo gozoso, doloroso y de alguna manera me interesé mucho y a la hora de estar investigando, aparte de hacer una ficción, quise incluir las grandes infidelidades cometidas por conocidos escritores, y uno se sorprendería de este tema y de esta actividad extramarital de muchos escritores y escritoras, hay que decirlo.
Hay muchos libros también al respecto, por supuesto de investigación o escritos por algunos intelectuales, y me fascinó tanto así, que también tengo una obra de cuentos que se titula Infidelidad y otras historias y el adulterio del cual hablo ahí es uno cometido por Carlos Fuentes, supongo que entre muchas, con Jean Seberg, la actriz de origen norteamericano que luego se hizo famosa en el cine francés. En aquel entonces, el escritor estaba casado con la actriz mexicana Rita Macedo, pero conoció a Jean Seberg y se enamoró perdidamente de ella. Fuentes fue de alguna manera aparte de un gran escritor, un bon vivant, un latin lover latinoamericano, y son conocidos algunos de sus romances, entre ellos éste.
Me permití hacer una versión cuentística ficcional, pero basada en hechos reales y aparte, no estoy mintiendo en aras de la del cuento sino que parte de la historia se basa en un libro escrito por el propio Carlos Fuentes, que se llama Diana o La cazadora solitaria.
Me parece que la infidelidad es un cuestionamiento a esta sociedad patriarcal, monográfica de matrimonios que duran para siempre y que finalmente nos hacen ver que es una ficción. El ser humano se interesa en términos de sexualidad en otras parejas y el matrimonio, pues en ocasiones no lo permite y de ahí empiezan estos problemas. La infidelidad como pecado, como algo que no hay que hacer, como algo que hay que criticar duramente, por ahí empezó el el origen de este interés.
– ¿A qué reflexión lo llevó escribir esta obra?
-Lo que me hizo sentir y lo que me puso a repensar es el México actual, el libro Las horas furtivas, está plagada, aparte de la historia misma, de citas de distintos autores y autoras que se van intercalando y que tienen que ver con la trama. En ese sentido hay muchas citas que tienen que ver con la manera como distintos escritores y escritoras extranjeros han visto a nuestro México y lo que tenemos es un país violento, sangriento, de ejecuciones, donde la vida no vale nada, una nación de tumbas que vivimos en la actualidad y que ellos desde tiempo atrás lo vislumbraron y allí están.
Es necesario abordarlo en términos literarios y no solamente desde el género de lo policiaco, desde la narconovela, sino desde el ámbito cotidiano, en este caso el de una pareja, el de una infidelidad, pero también todo lo que sucede alrededor de una nación peligrosa. Precisamente ocurre hacia el final de la novela una escena que ahí está presente y que en un momento dado ya que esa violencia también nos pueda ocurrir a nosotros mismos. Siempre he dicho que la literatura no sirve para dar mensajes, pero ahí está como algo que está patente en nuestro país y que se ha convertido por lo pronto en esta novela.
-¿Cuál fue el libro que lo acercó a la lectura?
– Tenía libros en la casa familiar, mi papá y mi mamá se ocuparon de comprarlos, de acumularlos, de leerlos, ir comprando a través del sistema de abonos en algunos casos. Teníamos una colección de esta famosa editorial Aguilar con su papel arroz y cuando tenía 16 años, mi papá me acercó mucho más a la lectura, me dice, “oye, ponte a leer porque quisiera no tener que pagar un psicólogo”, ahora da risa, pero en ese momento lo sentí como una enorme presión tener que leer para quitarme el psicólogo y los primeros que leí fueron Narciso y Goldmundo de Hermann Hess y La confusión de los sentimientos de Stefan Zweig, dos obras que he ido perdiendo a lo largo del tiempo. Fueron los dos primeros que leí y yo creo que Narciso y Goldmundo, me dejó muy pero muy marcado, porque cuando termine de leerlo lloré y lloré por la suerte que corrían los personajes en esta novela, me hizo comprender el poder que tiene la literatura para poder conmover para poder tocar corazones para hacernos sentir que no son personajes ficticios, sino que son personajes entrañables, que nos llegan al alma, que nos llegan al corazón. Entonces yo diría que La confusión de los sentimientos y Narciso y Goldmundo son los que me abren la puerta a la lectura, por supuesto antes yo podría decir que hubo otros que son de la biblioteca familiar, como repito había una gran colección de Emilio Salgari, son autores que marcaron mi vocación literaria si no también de cierta manera mi vocación vital.
-Entre tan bella colección ¿cuál es el libro más antiguo que tiene?
– ¿El libro más viejo que tengo? Que pregunta tan interesante porque puede tener dos variantes, una por su fecha de publicación y otra quizá por el primero que compré. Entonces en primer lugar, los más antiguos que tengo respecto a publicación son del siglo 19, pero que en realidad no significan nada, yo no soy un coleccionista en ese sentido, no me interesa acumular riquezas en términos de tener incunables, por ser primeras ediciones, me interesan para poder usarlos.
Respondiendo ahora en cuanto al primero que compré o que obtuve, porque no recuerdo cuál podría ser el primero que compré, yo creo que serían de la colección del Volador, de Joaquín Moritz, lo que sí recuerdo de forma muy clara es pedirle a mis papás que me compraran esa colección. Una colección que desafortunadamente no pude completar, pero sigo conservando, y créame cuando le digo que sigo valorando.
-Un lector arduo como usted debe leer todas las semanas ¿Cuál es el último libro que ha leído?
-Estoy leyendo En tierras bajas de Herta Müller, Premio Nobel de literatura, de origen Rumano, aunque me está costando un poco de trabajo entender por qué recibió el premio Nobel de literatura, a ratos siento que hay algo que se perdió en la traducción, ve mucha intención, buena redacción y buenos personajes, pero hay algo que no me termina por convencer.
-Casi siempre hay un favorito ¿Cuál es su novela favorita?
–Yo diría que pudieran ser varios, pero hay uno que siempre me gana, y ese es Zorba el griego de Nikos Kazantzakis, ¿por qué me gusta Zorba el griego?, porque tiene mucho que ver con mi propia filosofía de vida, creo que leer me ha dado muchas formas de mirar, de aprender, de acercarme a lo que es está noción de estar vivo y Nikos Kazantzakis me ha ayudado mucho a ver la vida, por ejemplo leyendo Carta al greco, es uno de sus libros y hay una frase que a mí me sigue pareciendo excepcional, que dice «llega hasta donde puedas o mejor llega hasta donde no puedas», eso me impulsa a seguir escribiendo, a seguir viviendo, a seguir viajando. Zorba el griego es un clásico que me sigue acompañando en mi vida. Nikos Kazntzakis decía «hombres como yo deberíamos de vivir mil años, porque nos gusta tanto la vida, nos gusta tanto hacer el amor, nos gusta tanto beber, nos gusta tanto leer, nos gusta tanto estar al sol, disfrutar de viajar que necesitaríamos muchas vidas para poder satisfacer todos eso», aparte de eso Nikos Kazantzakis es autor de obras con maravillosa prosa que tiene algo de política, que tiene algo de filosofía y me encanta, entonces yo diría que ese es mi favorito.
-Hay cosas personales que a uno le cuesta prestar, ¿Qué libro nunca prestaría?
–Un libro que me gusta mucho es Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal, uno de los grandes escritores del cono sur de Argentina. Adán Buenosayres, me representa mucho, porque yo deseaba tenerla y estaba en casa de un amigo, siempre le externé el deseo de que me encantaría tenerlo, por distintos motivos no lo pude conseguir y un día, en mi cumpleaños este amigo me sorprendió 20 o 30 años después de mi primera petición de tenerlo y me lo regaló. Me encanta y es un regalo que aprecio mucho, es un libro que creo que jamás prestaría porque uno sabe que cuando uno presta lo más seguro es que no lo regresen.
-Como lectores llegamos a sentirnos conectados con algunas lecturas o incluso con autores que ya sea por los temas de los que escriben o la forma de redactar nos tienen siempre pendientes a sus próximas novelas ¿Cuáles son sus tres autores imprescindibles?
–Yo diría que Hemingway, es un escritor, para mi fundamental me gusta. Puedes aprender mucho como escritor, como periodista, de sus nociones literarias y periodísticas, no solamente me gusta su estilo quizá más que a ratos sus historias me gustan, pero algo que me gusta mucho es su fuerza vital, también para mí la literatura ha sido siempre un asidero para la vida y cuando uno lee escritores aventureros como es el caso de Hemingway, no solo te enseñan de literatura, sino que te enseñan a vivir, Hemingway y otros escritores que voy a mencionar a continuación han hecho que yo también me aboqué a una vida aventurera en la cual he sido marinero, me he aventado de paracaídas, he buceado, en fin.
Otro autor que me gusta mucho es Jack London, lo he leído mucho, lo he estudiado y es un estupendo escritor que tal vez no es muy reconocido, pero es un estupendo escritor que vivió su vida muy rápido, y eso lo hizo tener altibajos, pero es otro autor que tiene aventuras, se lanza a vivir en el ártico, se lanza a cazar focas, se lanza a construir su propio barco y navegar su propio barco, ser corresponsal de guerra, es un autor que me gusta mucho por querer tener aventura en su vida y que la fusiona con la literatura.
Por último pienso en Joseph Conrad, un autor con características similares, escritor de origen polaco, que hablaba francés y se volvió un gran representante en la literatura inglesa, fue capitán de barco y la mayoría de lo que escribió tiene que ver con este mundo marinero.
Entonces serían estos 3 mis autores porque son autores que se unen en la acción, en la aventura y en la gran calidad narrativa de su literatura.
-Cambiando un poco el eje, pero manteniéndonos en dentro de sus libros ¿Cómo tiene organizada su biblioteca?
-Principalmente por editoriales, también por lugares, yo tengo muchos amigos del norte del país, la mayoría de Tijuana, estos amigos son escritores y a lo largo del tiempo me han ido regalando o he ido comprando sus obras así que tengo un espacio establecido para ellos, de igual manera un lugar que caracteriza mis libros es donde caigan que son aquellos que uno dice los voy a poner aquí para después acomodar pero que con el paso del tiempo la pila se hace más grande y ya no acomodaste.
-Si me lo permite, fuera de las lectura e incluso metiéndonos en un aspecto más personal ¿Qué lo llevó a escribir?
–Escribir… El descubrimiento de la muerte, de mi propia mortalidad, que sucedió a los 16 años, lo tengo muy claro el momento, mientras transitaba en un camión de la línea Juárez – Loreto, iba rumbo a la preparatoria número uno, que en ese momento estaba en la calle San Ildefonso. ese edificio rojo, cómo lo llamaban dónde cruce la preparatoria.
En un momento casi epifánico, una revelación, algo me hizo pensar que yo iba a morir, me di cuenta de mi propia mortalidad, esa mortalidad me hizo también tener la noción de dejar huella, de buscar una forma de expresarme, para dejar huella de mí pasó por el mundo es decir si todos somos mortales, si un día no estaré acá porque no dejar esa huella atrás. Para algunos es música, la pintura, la arquitectura, en mi caso fue la escritura. Por un motivo se fue dando todo para que empezara a escribir y desde entonces ha sido ese día el movimiento de mi pasión, el dejar huella, escribo para que alguien en algún momento dado, cuando yo ya no esté aquí, pueda decir, él vivió, amó, viajó, hizo esto y escribió, entre otras cosas.
-¿Qué lo inspira a seguir escribiendo hoy en día?
–Hoy en día mi inspiración tiene que ver con lo que observó del mundo, mi cosmovisión, lo que soy yo expresado a través de una historia, de palabras, hay gente que dice que mis obras son autobiográficos, yo diría que no, pero por supuesto hay algo de mí en todos los libros. No son autobiográficos porque sería muy aburrido, si hay cosas que me han ocurrido, entonces podría decir que soy yo pero transformado a través de la literatura, con personajes que no son yo, con historias que no me han ocurrido a mí. En ese sentido es mi cuerpo, mi visión, lo que yo pienso, es lo que yo opino, es lo que creó del mundo, lo que he llegado a conocer, a saber a lo largo de 63 años de existencia, pero expresados a través de la historia, con personajes inventados, con historias ficticias.
-Todo escritor tiene un lugar en el que se siente cómodo ¿Cuál es el suyo? ¿Dónde escribe?
-Básicamente en la cama, es lugar curioso para escribir, pero me gusta, me gusta ponerme en la computadora en el pecho y con la mano izquierda y la mano derecha escribir con un solo dedo de cada mano, el índice izquierdo va a las mayúsculas, pero siempre escribo con el índice derecho, -soy el dedo más rápido del oeste escribiendo- dice entre risa -y me resulta muy cómodo escribir en la cama, pero cuando me pongo serio- hace una pausa y pega levemente la mesa- escribo aquí donde estamos, esta es mi compañera.
Yo leo mucho en la cama y también escribo mucho acostado, escribir acostado es dejar que mi forma más pura de creatividad surja.