Skip to main content

Acompañarán al autor en la mesa JUAN VILLORO y GUADALUPE LOAEZA, moderará GERARDO ESTRADA. El músico David Rodríguez de la Peña, exdirector del Conservatorio Nacional, estrenará la obra «Balada para Pedro Ochoa», escrita por Tino Contreras.

Se trata del primer libro del exdirector del Centro Cultural Tijuana y fundador de la Secretaría de Cultura de Baja California, y quien fue agregado cultural en San Diego. La historia, según el autor, es un intento de recuperar los aires provincianos en la frontera de Tijuana y San Diego.

La cita es el jueves 11 de julio, a las 19:00 hores, en El patio central de la Casa de Cultura  Jesús Reyes Heroles. Francisco Sosa 202, Barrio Santa Catarina en Coyoacán.

Y muy tarde comprendí de Pedro Ochoca, no sólo es una narración íntima que explora la familia, el entorno social y el desarrollo urbano de Tijuana, sino también una reflexión sobre la conexión fronterizas entre las ciudades Tijuana y San Diego. Al respecto, el autor ha afirmado: «Y muy tarde comprendí que en mi casa y en mi familia habitó alguna vez la alegría y en las calles de mi ciudad se respiró la tranquilidad».

El libro contiene textos introductorios: Ruth Vargas y Élmer Mendoza. La contraportada suma textos de Diego Valadés y Guadalupe Loaeza. La fotografía de Y muy tarde comprendí es José Luis Venegas. Pedro Ochoa es uno de los promotores culturales más reconocidos y queridos por la comunidad en todo México, y asistir a esta presentación es para muchos una enorme alegría de alguien que desde la promoción busca ser también un protagonista cultural, que de alguna manera con su tremando trabajo ya lo es.

El libro se presenta el jueves 11 de julio, a las 19:00 hores, en  El patio central de la Casa de Cultura  Jesús Reyes Heroles en Coyoacán.

Los comentaristas del libro serán los escritores Juan Villoro y Guadalupe Loaeza, y Gerardo Estrada, exdirector del Instituto Nacional de Bellas Artes, moderadora la mesa. Por otro lado, el maestro David Rodríguez de la Peña, exdirector del Conservatorio Nacional, estrenará la obra «Balada para Pedro Ochoa», escrita por Tino Contreras, destacado músico mexicano, reconocido internacionalmente por su contribución al jazz y la música contemporánea, ante tal acontecimiento se espera la presencia de la maestra Mónica Conti, viuda de Contreras, quien ha dado la autorización para que se interprete la pieza musical esa noche.

Con la coincidencia del 135º aniversario de la fundación virtual de su natal Tijuana, una ciudad emblemática por su diversidad cultural y su papel clave en la frontera entre México y Estados Unidos, el 11 de julio se llevará a cabo la presentación del libro “Y muy tarde comprendí” de Pedro Ochoa, a invitación de la maestra Hilda Trujillo, directora de Asuntos Culturales de la Alcaldía de Coyoacán.

Ochoa como promotor cultural se ha desempeñado como coordinador de bibliotecas municipales, director del Departamento de Acción Cívica y Cultural del Ayuntamiento de Tijuana; en dos ocasiones director del Centro Cultural Tijuana, y Agregado Cultural del Consulado General de México en San Diego, California; y es el fundador de la Secretaría de Cultura de Baja California en 2018.

doña Olga Palacio Moreno

Doña Olga Palacio Moreno

En un fragmento de su novela, en el que habla de su madre Olguita, una encantadora mujer, de fuerza y alegría ejemplares cuenta en una publicación que hizo hace unos mese en facebook:

“Por diversas razones, en 2020 yo estaba al cuidado de mi madre, doña Olga Palacio Moreno, viviendo con ella. Pasamos solos la Navidad y el fin de año, nadie quería salir de casa. En 2021 la desdicha tocó mi puerta nuevamente y el 28 de enero, afligido escribí la siguiente nota:

Ocurrió lo más temido. Olguita dio positivo a COVID. Estoy muy preocupado. Su edad. Su condición de salud, no son buenos augurios. Hace unos cuantos años se le detectó insuficiencia cardiaca y respiratoria y los médicos recomendaron la implantación de un marcapasos, pero los pronósticos no eran nada buenos. La segunda opinión indicó que no soportaría la intervención quirúrgica”.

Ella no estaba vacunada. Empezó con tos y flujo nasal, no parecía grave y lo minimizaba.

—No tengo nada —decía muy segura—, es solo una gripa.

(…)

Fue tan grave la agonía, como doloroso el fallecimiento de mi madre, que me obligaron a “volver la vista atrás”, porque con su muerte caía la última columna de mi familia. Olguita no solamente era una madre, era un apoyo anímico proteico en mi vida, dándome sabios consejos, fiel apoyo en la crianza de mis hijos y gran anfitriona con mis amigos que sentía como propios. Había desarrollado la difícil cualidad de absorber el dolor. La muerte de sus padres en menos de una semana, el fallecimiento intempestivo de mi padre y el oprobioso asesinato de mi hermano, le dieron una envidiable fortaleza. No es que no sintiera, es que sabía asimilarlo. Lloraba en silencio, pero lo sentía en el alma y sabía también que la vida debe continuar para los que se quedan. Y creía que los seres queridos nunca se van del todo y en ocasiones llegó a percibir su presencia y aún muertos sentía que conversaba con ellos, sobre todo al final de sus días. Y muy tarde comprendí, son los recuerdos que brotaron en mí a partir de ese momento. Cayó el pilar familiar, sí, pero me mantuve a flote gracias a los recuerdos para intentar recuperar, mediante la reconstrucción literaria, a la familia perdida y la infancia ida. Intenté dar vida a mis personajes entra- ñables que han partido. Los abuelos amorosos, los padres esforzados, el admirado y querido hermano mayor, el perro leal, el niño feliz que fui y el adolescente confuso y solitario, que aún no se va del todo. Pero también, a los que siguen a mi alrededor, como, mis hermanos menores, amigos y maestros. Quitándole un poco el polvo del olvido a las remembranzas. Fue como limpiar fotos antiguas. Y muy tarde comprendí que en mi casa y en mi familia, habitó alguna vez la alegría y en las calles de mi ciudad se respiró tranquilidad. Y muy tarde comprendí, no implica arrepentimiento ni nostalgia vana, sino recuperación vital de los espacios y de los afectos”

Según Guadalupe Loaeza, la obra de Pedro Ochoa evoca «la sensibilidad de José Emilio Pacheco en ‘Las batallas en el desierto’, el humor de Jorge Ibargüengoitia, la nostalgia de las primeras películas de Woody Allen y el protagonista de la obra de J.D. Salinger en su espléndida novela ‘El guardián entre el centeno’.

Además de la propia Tijuana, la novelografía ha sido presentada en ciudades como Ensenada, Mexicali, Tecate y San Diego, y ahora se presentará en la Ciudad de México bajo los auspicios de la Dirección General de Cultura de la Alcaldía de Coyoacán. Se trata de una edición de autor publicada bajo el sello de Ediciones Alternas, dirigida por Gilberto Licona,

Así la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, ubicada en Francisco Sosa 202, Barrio Santa Catarina en Coyoacán, será el escenario donde, el próximo 11 de julio a las 19 horas se funda la literatura y música para celebrar la ópera prima de Pedro Ochoa, un reconocido promotor cultural un nativo de Tijuana, la frontera cultura de M

 

Acerca del autor

Leave a Reply